Sr. Director:
Solicito publicar este escrito como réplica al artículo de
Roberto Zamarripa del lunes 27 de octubre.
1.- Zamarripa: "La inserción económica del narco es la
derrota del Estado y de sus Políticas Públicas".
Réplica: Coincido, pero si el Estado está siendo derrotado,
entonces tiene que asumir que es el conjunto de sus instituciones, todas, las
de la administración federal, estatal y municipal; los partidos, los Poderes de
la Unión, los organismos autónomos, etc.
Sin embargo, desde su parcialidad "políticamente
correcta", Zamarripa no menciona una sola vez quién es el Jefe de Estado y
menos precisa que de éste es la responsabilidad constitucional de perseguir los
delitos del orden federal, como lo es el narcotráfico.
2.- Zamarripa: "El narcotráfico es la expresión más salvaje
del capitalismo".
Réplica: Aceptemos esta generalidad, pero Zamarripa se comporta
como aquellos antiguos políticos de izquierda que, desde la comodidad de culpar
al capitalismo de todos los males, eludían señalar a responsables directos de
delitos. En el caso de Iguala, los narcotraficantes, dentro y fuera de la
administración publica, tienen nombre y deben ser castigados por los crímenes
cometidos.
3.- Zamarripa: "El PRD arguye que el Estado y los partidos,
todos, están en crisis por la infiltración criminal".
Réplica: Apoyándome en su argumentación. Desde luego, el Estado
está en crisis, incluidos los partidos. Pero no sólo el Estado se encuentra
infiltrado por el narco, también lo están -no puede ignorarlo el periodista-
grandes empresarios del comercio, los medios de comunicación, la industria, la
banca; algunas iglesias y grupos o individuos de la llamada sociedad civil. Es,
el narco, como dice Zamarripa, un negocio y hay, no pocos capitalistas
privados, asociados con él desde hace años.
4.- Zamarripa: "Quién iba a decirlo, el partido heredero de
esa memoria de lucha contra la represión y defensa de la vida tiene en sus
filas a los responsables intelectuales y políticos de la masacre en Iguala".
Réplica: En el PRD cometimos un error: postular a presidente
municipal de Iguala, a uno de los presuntos asesinos, recomendado por Lázaro
Mazón, a su vez, precandidato de López Obrador a gobernador de la entidad.
Lamentable y costoso error. Pero Zamarripa, erigido en juez de la causa, señala
que él sabe quiénes son "los responsables intelectuales y políticos"
de la masacre. Como ya lo sabe, entonces debe dejar, por unas horas la
redacción de Reforma e ir al Ministerio Público federal, ante Murillo Karam a
denunciarlos.
Si no lo hace, entonces se vuelve cómplice del crimen o vulgar
calumniador. Le exijo poner la denuncia para que en lugar de desatar su
"furia de converso", contribuya a esclarecer el crimen y castigar a
los responsables. Ésa es su obligación como ciudadano y más como periodista.
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