Acerca de las declaraciones
de Alejandro Encinas publicadas y difundidas en diversos medios de comunicación
el día 12 de noviembre de 2014 expongo:
1.- Nos hemos abstenido de
reaccionar ante las mentiras y falacias que originadas desde propios compañeros
del partido se han lanzado en contra del PRD y de Nueva Izquierda. La razón de
tal abstinencia es que viviendo una tragedia nacional que indigna y horroriza a
todas y todos los mexicanos, el PRD no debería, ni ética ni políticamente,
enfrascarse en una miserable disputa interna y en un penoso espectáculo de
acusaciones y señalamientos que carecen de toda veracidad. Vemos declaraciones
o filtraciones perversas que publicadas profusa y dolosamente, sólo contribuyen
al linchamiento mediático en contra de la Izquierda en general. A pesar de su
virulencia, las hemos ignorado pues lo que nos interesa es la solidaridad con
las víctimas, el pleno esclarecimiento de los hechos sucedidos en Iguala y el castigo
a los responsables.
2.- Sin embargo, ya no es
conveniente dejar pasar la actitud irresponsable de compañeros, que afiliados
al PRD y desde una actitud aberrante, insisten en alentar la reyerta interna y
en construir grotescas falsedades, ello con el objetivo de involucrar en hechos
ilícitos —a toda costa, sin medir las consecuencias— a quienes sólo somos sus
contrincantes políticos al interior del partido.
3.- Lo sucedido en Iguala
—estos compañeros— lo están observando como una “circunstancia propicia” para ajustar cuentas hacia el interior de
nuestro partido. Se olvidan así, del dolor de las víctimas, de la exigencia
para que aparezcan los jóvenes de Ayotzinapa, del imprescindible castigo a los
asesinos materiales e intelectuales, de la crisis orgánica y estructural del
Estado mexicano y, todo ello en función de golpear o incluso eliminar a quienes
simplemente pensamos de manera diferente.
4.- En esta
irracionalidad, hay quienes como
Alejandro Encinas, suponen que es
políticamente valida “la estrategia” de debilitar o destruir al PRD, para con ello favorecer a otras
organizaciones o partidos con los que realmente se identifica. Éste es el caso
de Alejandro Encinas que estando formalmente afiliado al PRD, es en MORENA en
donde verdaderamente milita. Esa “lógica” de privilegiar la lucha interna antes
que poner atención en los problemas del país, ya se ha vivido antes en la izquierda
mexicana y en la de otros países, y siempre los resultados de ello han sido
funestos para el conjunto de la izquierda. Al final de cuentas sólo le han servido a los intereses y
objetivos de la derecha. Por ejemplo, en
la Alemania de los años treinta del siglo pasado, los comunistas combatieron
como enemigo principal a los socialdemócratas y con ello sólo hicieron posible
el ascenso de los nazis al poder. Cuando esto sucedió, los nazis acabaron con
los socialdemócratas y… con los comunistas.
Sin embargo, ni ésta ni otras
funestas experiencias le han servido para comprender a Encinas, aún militando
en MORENA, que el enemigo no es el PRD ni los perredistas, sino que son otros
los verdaderos contrincantes.
Su absolutismo, el rencor, el
odio y su visión ideologizada de la política, le ciega de tal manera que se
niega a reconocer lo que es obvio: Que los principales responsables de los
crímenes en Iguala son las bandas del crimen organizado —con Abarca y otros
incluidos— y que éstas actúan con tal ferocidad e impunidad en razón de que el
Estado mexicano resulta incapaz para impedirlo. En los hechos, exculpa a los
criminales y le quita la responsabilidad al Estado y al propio gobierno, con tal de culpar al PRD.
5.- Es verdad, desde
luego, que para cometer este horrendo
crimen, Abarca y los sicarios contaron
con el apoyo de cómplices y eso debe dilucidarse rápidamente por la
Procuraduría General de la República y otras autoridades locales. Igualmente
podrían existir otras personas que por
omisión o acción, afiliados o no al PRD
o a otros partidos, pudieran ser
responsables de delitos.
Pero hemos dicho y ahora lo reiteramos, que todos los responsables de los crímenes en Iguala deben ser castigados y lo que importa es que no prevalezca la impunidad. Esto debiera ser una exigencia inexcusable de cualquier partido y de todo ciudadano.
Pero hemos dicho y ahora lo reiteramos, que todos los responsables de los crímenes en Iguala deben ser castigados y lo que importa es que no prevalezca la impunidad. Esto debiera ser una exigencia inexcusable de cualquier partido y de todo ciudadano.
6.- En este propósito todos
los mexicanos, incluyendo a quienes militamos en el PRD, deberíamos contribuir
con los familiares de las víctimas y con las autoridades correspondientes para
que se aplique la justicia. Pero el Senador Encinas prefiere lanzar sus
anatemas contra el PRD y sus dirigentes y con ello lo único que logra es
desviar la atención de las verdaderas causas de los crímenes en Iguala y de
quienes son los verdaderos responsables.
7.- El senador Encinas ha
hecho, en diversos medios de comunicación,
una temeraria acusación en contra de dirigentes de Nueva Izquierda. Tal
señalamiento falaz sólo alimenta la violencia y el odio —que siempre se vuelve
contra el que lo alienta o consiente—.
Pero si Encinas tiene
evidencia de posibles ilícitos cometidos por cualquier persona, entonces su
obligación como senador, como ciudadano es el de recurrir a las autoridades y
presentar la denuncia correspondiente. Si no lo hace quedará solo como un
pertinaz mentiroso, hará apología del delito y se sumará a los cómplices de
aquellos que cometieron el crimen.
Jesús
Ortega Martínez
Consejero
Nacional del PRD y Coordinador Nacional de Nueva Izquierda
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