Por: Angélica de la Peña Gómez
¿Quién vigila a quién?
El Consejo de la Judicatura Federal enfrenta hoy una situación en extremo alarmante que ha trascurrido a la esfera de lo público, convirtiéndose en una preocupación de la sociedad entera.
Resulta que el órgano encargado de vigilar a quienes administran la justicia en nuestro país, es decir, del ejercicio diáfano de las facultades y obligaciones del Poder Judicial, parte del Estado mexicano, es nota de primera plana debido a una investigación periodística que involucra a algunos de sus funcionarios en un expediente sobre casinos, jueces y probables actos de corrupción.
Obligado por las circunstancias más que por un procedimiento estándar de autosupervisión, el Consejo de la Judicatura Federal inició una investigación sobre sí mismo que incluye la separación de su cargo de un secretario técnico, de un consejero, dos magistrados y un juez federal.
El Consejo de la Judicatura Federal se ha extraviado en una crisis que advertimos tiempo atrás y siendo la instancia del Poder Judicial de la federación encargada de la administración, vigilancia, disciplina y carrera judicial, es necesario revisar sus atribuciones y modificar su actual integración para garantizar imparcialidad e independencia en sus decisiones, para que realmente coadyuve al trabajo del Poder Judicial.
Sobre este asunto, presenté en febrero de este año una iniciativa que propone:
a) Para evitar una doble representación —que implica que las atribuciones de cada uno de los cargos en determinados momentos se contrapongan y crucen entre sí— se instituye que el ministro presidente de la Corte no forme parte y por ende no presida el Consejo de la Judicatura Federal; en el mismo sentido, el presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ya no será parte de la comisión del Consejo de la Judicatura Federal que administra dicho órgano jurisdiccional.
b) El Senado de la República designará a los integrantes del Consejo de la Judicatura Federal de entre los magistrados de Circuito y jueces de Distrito, quienes aunados a las personas consejeras que designa el propio Senado y el presidente de la república elegirán, de entre ellas, a la persona que presidirá el Consejo de la Judicatura Federal.
c) Se otorgue al Consejo de la Judicatura Federal la facultad de resolver sobre la suspensión o destitución de los magistrados y jueces, cuando en el ejercicio de sus funciones aparecieren involucrados en la comisión de un delito, incurran en violaciones al debido proceso o violaciones a los derechos humanos, sean omisos en el ejercicio de sus funciones o incurran en dilaciones procesales.
d) Se inscribe la responsabilidad judicial como aquélla en la que incurren los jueces de las diversas jerarquías cuando comenten faltas graves o delitos en el ejercicio de sus funciones, y que, además de las sanciones respectivas, no estarán exentos de la reparación del daño y los perjuicios causados a los ciudadanos que intervienen en cualquier controversia judicial.
e) Se establece el principio de igualdad sustantiva como base para la formación, actualización y desarrollo de la carrera judicial, de tal manera que se fortalezca la participación igualitaria entre hombres y mujeres en el seno del Poder Judicial de la federación.
La sociedad ha luchado palmo a palmo para que sus derechos sean respetados, para que las instituciones observen puntualmente cada uno de los preceptos de nuestra Carta Magna. Es momento de que el Congreso de la Unión le corresponda devolviendo al Consejo de la Judicatura Federal su esencia, su vocación: garantizar el acceso a la justicia como una realidad cotidiana para los mexicanos.
Texto original: http://www.siempre.com.mx/2014/05/el-extravio-del-consejo-de-la-judicatura-federal/
@angelicadelap
Presidenta de la Comisión de Derechos
Humanos del Senado de la República.
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