El PRD que necesita México


Por Eric Villanueva Mukul

Los cambios que la sociedad mexicana ha experimentado en las últimas décadas, hacen necesario una izquierda y un PRD renovado y más eficiente electoralmente hablando, que le responda a una sociedad más diversa, más plural, multiétnica y multicultural, pero también mas demandante.

En las últimas décadas, nuestro país ha experimentado transformaciones importantes tanto en el plano económico, como político y social, que hacen necesario un partido renovado, transformado y más eficiente electoralmente hablando.
El PRD además de ser la segunda fuerza electoral del país, ha incrementado su influencia y presencia política, por lo que necesita ratificar e incrementar su representación con miras a ganar la mayoría del Congreso federal en el 2015 y el gobierno nacional en 2018.
La era que vivimos se caracteriza por una revolución científica y tecnológica con vertiginosas transformaciones que impactan todas las áreas del conocimiento y del quehacer humano, entre ellas la política. El fenómeno de la globalización junto con el desarrollo de la informática y de las comunicaciones, influyen en la economía, las finanzas y en la cultura de los países del mundo.
El modelo neoliberal con libre mercado, adoptado en nuestro país por los gobiernos del PRI, desde los ochenta, está agotado, el criterio de que la libre operación del mercado sin intervención del Estado, podía garantizar el buen funcionamiento de la economía, no dio los resultados esperados.
Por el contrario, el debilitamiento progresivo en la rectoría del Estado en sectores estratégicos como el de los energéticos, campo, ciencia y tecnología, educación, y salud, tuvo impactos negativos en el crecimiento económico, repercutiendo en los altos niveles de desigualdad, pobreza, hambre, desempleo, migración e inseguridad pública.
El impacto de la globalización y las nuevas demandas de una sociedad civil moderna, exigen un nuevo rol del Estado en la atención de las prioridades del país, un cambio de modelo económico y una reingeniería de las políticas públicas, todo ello orientado al crecimiento económico y al bien común.
El PRD es un partido que se ha comprometido primordialmente con las luchas de los que menos tienen y todo lo necesitan: los trabajadores, los obreros y campesinos. Sin embargo, el México del siglo XXI, es una sociedad plural, multiclasista, multiétnica y pluricultural, con grandes desigualdades sociales, sectoriales y territoriales, lo que demanda un discurso diferenciado, matizado, así como programas diferenciados, incluso regionalmente.
Por ello, el PRD además de seguir preocupándose por los sectores mayoritarios de la población, al mismo tiempo debe ampliar su oferta política y social a las clases medias e incluso a los sectores empresariales; con propuestas para esa diversidad social, esa multiplicidad de actores del mundo real.
El PRD debe trabajar para las mayorías y para las minorías; para una sociedad incluyente que demanda equidad de género, igualdad de oportunidades; participación más amplia a los jóvenes en las tareas del desarrollo, certezas para estudiar y trabajar; alternativas para toda la sociedad civil que clama por paz y seguridad pública, entornos favorables y apoyos a los pequeños y medianos empresarios para modernizar y elevar la competitividad de sus establecimientos generadores de empleos; a los hombres, mujeres, jóvenes y niños que demandan la preservación y mejoramiento del medio ambiente.
El PRD debe adoptar la agenda de la izquierda del siglo XXI, como son los derechos de las minorías, los derechos humanos de IV generación, la sustentabilidad del planeta, el cambio climático, la multiculturalidad, la diversidad sexual, las libertades ciudadanas, la agenda verde, la justicia, la economía del conocimiento, la soberanía alimentaria, la economía social y la movilidad humana, entre otros. 
Por ello, el PRD como partido debe convertirse, consolidarse como una fuerza de oposición pero al mismo tiempo de gobierno, cuya acción no se limite a testimoniar la inequidad y los abusos, sino que además, ofrezca alternativas y propuestas para terminar con la injusticia y las inequidades sociales.
El PRD debe de alejarse de una oposición sistémica, testimonial para constituirse en una fuerza que critica, reclama, objeta con firmeza, pero que, igualmente, formula y propone soluciones a los problemas del país y de las y los ciudadanos.
Nuestro país requiere un PRD que el ciudadano reclama, un PRD comprometido con las mejores causas de la ciudadanía, debe edificarse un PRD renovado para el México del siglo XXI.
Publicado Originalmente en IZQ.mx

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